No me da por "réusir" de la mala ortografía... Yo tenía una cadencia que, pa'mí, que funcionaba. Se me enredaban las sílabas, me crecía la paciencia, y entre querencia y querencia, alguna bomba estallaba. Fue durísimo el comienzo: bancar todos esos horrores de ve corta por be larga, de ce por ese o por zeta... Me ponía la camiseta de los buenos perdedores, pero el club de mis amores, cuando pierde, es que perdió; de nada vale que yo lo pinte de otros colores...

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