No me da por "réusir"
de la mala ortografía...
Yo tenía una cadencia
que, pa'mí, que funcionaba.
Se me enredaban las sílabas,
me crecía la paciencia,
y entre querencia y querencia,
alguna bomba estallaba.
Fue durísimo el comienzo:
bancar todos esos horrores
de ve corta por be larga,
de ce por ese o por zeta...
Me ponía la camiseta
de los buenos perdedores,
pero el club de mis amores,
cuando pierde, es que perdió;
de nada vale que yo
lo pinte de otros colores...
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